Ruta en BTT: Logroño - Ermita de San Tirso

CRONICA POR RAFA: Fue por casualidad, sí casualidad que me encontrase un día lavando mi bicicleta en las Gaunas y me viera con mi amigo Nacho. Nunca habíamos  hablado de nuestra afición común, la bicicleta de montaña. Bien es cierto que ambos hemos practicado muchos deportes, aunque por separado. Como también nos separan unos veinte años de diferencia de edad. Yo mayor que él.

Me invitó a salir algún día que me apeteciera con su cuadrilla, por que son cuatro quienes la componen. Nacho, Miguel, Raúl e Isma.

Y aquí estoy subiendo a la ermita de San Tirso, que por cierto no sabía ni que existía, cuando mi cuentakilómetros me marca que ya llevamos recorridos treinta y todos de subida..

Estoy sólo, con mis pensamientos, aunque a veces como esta, la ruta es tan dura que no puedo ni pensar.

Digo que estoy sólo pero no es cierto ya que me acompaña la madre naturaleza, y dentro de ella las violetas, que son las primeras que veo este  año. Mis compañeros van por delante ya que están en mejor forma que yo, y les he pedido que vayan a su ritmo .Mi teoría es que en las subidas fuertes cada uno ha de subir a su ritmo.

Como ya he comentado anteriormente llevo treinta kilómetros, faltan dos para coronar la cima y llegar a la ermita según me han comentado mis compañeros, yo no sé si podré llegar. Hemos salido de Logroño a primera hora de la mañana, madrugar no nos importa. El cielo ha estado toda la mañana cubierto, incluso nos ha llovido un poco, pero da igual porque voy más mojado por dentro del chubasquero, por el sudor, que por fuera.

Es sorprendente  los cambios que se produce en la vegetación  desde el nivel de Logroño(450m aprox)  y  los (1.400m aprox) que me encuentro en este momento. Al principio del recorrido eran las viñas lo que prevalecía hasta bastante más arriba de Oyón, más o menos hasta la altura de Yécora, después van apareciendo el tomillo, la banda, el romero que ya lo tenemos florecido, así como las aliagas. Todo esto en los ribazos  y terrenos no cultivables ya que hasta  Meano y la Población hay grandes extensiones de cereal, preciosos después de estos días de lluvias.

De Meano para arriba ya no hay lugar para el cereal, todo es más agreste y salvaje. Aquí predomina el roble el matorral bajo y donde pueden las violetas. Aquí donde me encuentro ya estoy rodeado de hayas ya que a esta altura es donde suelen criarse con más facilidad.

A partir de ahora no sé si llegaré hasta la cumbre, si veré la majestuosidad del paisaje que mis compañeros dicen que se ve a ambos lados de la sierra .la zona de Alava hacia el norte  y  hacia el sur la zona de Rioja.

Tampoco sé si nos pararemos  en la bajada a tomarnos los huevos fritos con chorizo que me dicen que se almuerzan casi todos los días que salen.

Lo que sí sé es que si no hay nada que me lo impida el domingo que viene madrugaré para salir a sufrir  en bicicleta. Posiblemente haga la subida a Yerga desde Alfaro, sería la octava vez que haga esa travesía.

Ruta BTT por la Rioja: Bajando a Trevijano

CRONICA POR ISMAEL:

La duda se plantea el sábado: quedar a las 9.00h y no almorzar, o salir a las 8.30h y hacer una paradilla para tomar un refrigerio, como os podéis imaginar por votación popular sale ganadora la segunda opción…

Empezamos el domingo como siempre en la estación “Las Gaunas”, el día promete, no se ve ninguna nube, el sol pega de lleno y la temperatura no es demasiado baja, ya todos vamos de corto con la excepción de Raúl que todavía se resiste, tiempo al tiempo.

Salimos por el camino de Alberite, Raúl va marcando el ritmo de rigor, es temprano pero ya nos pega el viento “castellano”, que viene de dirección oeste, por lo que nos hacemos idea, que durante toda la etapa será nuestro compañero.

Llegados a Alberite, pasamos el puente sobre el Iregua y ascendemos por el pueblo hasta salir de la carretera hacia el camino que se dirige a La Unión. El firme esta perfecto, no ha llovido los últimos días y el barro no será hoy un impedimento.

Tras llegar a La Unión, tomamos el camino que sale dirección Clavijo. Se va empinando poco a poco y cada uno va marcando su ritmo. Nacho y yo vamos emparejados un poco más adelante y detrás Raúl y Miguel, que se van reservando y dosificando para hacer cumbre como sea. Las vistas son impresionantes, nuestras bicis sobre el camino, la silueta de este que se difumina con el sol, en el fondo el valle con sus trigos verdes y en lo alto la silueta de la piedra y el Castillo. La última cuesta que va rodeando la piedra del castillo y llega al pueblo es exigente, un par de compañeros echan el pie al suelo y otros dos llegamos con el corazón en la boca.

Es momento de sentarnos y tomar un platanito y una barra energética, además de refrigerar los motores. Rápidamente salimos dirección al cementerio. Miguel y Raúl que ya habían hecho parte de la etapa, nos avisan que hasta llegar a la famosa “puerta”, tendremos que subir tres cuestas bastante empinadas. Las rampas tienen buen firme, pero eso no evita que metamos todo el cargador disponible, cada uno vamos subiendo a nuestro ritmo y finalmente llegamos a la famosa puerta de paso, para unos sería la “puerta del cielo”, por haber llegado, para otros podía ser la “puerta del infierno”, vista la rampa que toca subir después, para llegar hasta nuestro cuota más alta de la etapa. Sacamos la foto de rigor y a por ella, salimos por fases, primero Raúl y Nacho y después Miguel y yo. Al principio el firme nos es malo, pero en la mitad el suelo ya es piedra y hay que subir con potencia para que bici traccione bien.

Raúl hecha pie al suelo, posteriormente lo hace Nacho y Miguel, que venía reservándose para atacarla con más fuerzas sucumbe. Yo exprimiéndome al máximo logro llegar a la cumbre.

El esfuerzo merece la pena, las vistas son impresionantes, al norte toda la Sierra Cantabria y Codés, al suroeste podemos ver la Sierra Cebollera nevada, en el este si no hubiera unas nubes a lo lejos divisaríamos todos los Pirineos… otro día será.

Tras observar las vistas, nos lanzamos pista abajo dirección Trevijano, hacemos una parada en el dolmen “El Collado del Mallo”, vestigio funerario de nuestros antepasados, la bajada es rápida y divertida, al final dejamos el camino y vamos campo a través (en algún momento había que desorientarse), para volver a entrar en la pista , no antes sin que al entrar al pueblo, un par de perros se lancen al “jamón de Miguel”, le damos al pedal y se quedan atrás.

Ya en Trevijano llenamos los botes de agua y una pequeña barrita. Nos lanzamos por la

carretera que baja hasta Ribrafecha, Nacho que se queda atrás, ya que dice “tenía la mochila abierta”, tiene que darle zapatilla para pillarnos. Llegamos al pueblo y nos dirigimos al bar de la plaza.

 Nacho se encarga de pedir el almuerzo sin consultarnos, “que Dios nos pille confesados”. Cinco minutos después llega el plato para cada uno con un huevo frito y un trozo de chorizo de campeonato(sin nos ve Rafa nos excomulga), ya veremos si luego podemos montarnos en nuestras “cabras”.

Tras hacer el esfuerzo de terminar con la ración, tomamos camino Alberite, ahora vamos en grupo pues el viento azota y necesitamos aprovecharnos de los más fuertes. Finalmente llegamos Logroño y cada uno para su casa, tras haber disfrutado de una etapa divertida y exigente.

Una etapa con final feliz como los masajes chinos.

CASTILLO JUBERA

Hecho por Miguel: Hola de nuevo, madrugamos un poco más de lo habitual, habíamos quedado a las 8:30 aunque Nacho y yo un poquito antes para desayunar. Mal empezó el día 1º percance, Nacho no pudo tomarse su tostada, mal presagio se tuvo que conformar con un café en el bar de abajo. Después de tomar el café directos a buscar a Raúl  y a la carrera hacia la gasolinera que Rafa (que es asiduo) se está poniendo nervioso, para pasar después por la estrella a coger a Isma .

 Todo el equipo  al completo  nos disponemos a empezar el día. Salimos dirección Murillo subiendo por la cantera de Villamediana, que nos sirve para calentar un poco las piernas sobre todo a Nacho que al llegar arriba se ha quitado hasta los guantes, seguimos tranquilos hasta Murillo por muy buenas pistas diciendo la suerte que tenemos con el clima y  donde a mis espaldas se decide que seré yo quien haga la crónica esta semana.

Cruzamos Murillo hacia Ventas blancas por caminos con demasiados cruces como  para…. no tener que mirar el GPS y en uno de esos nos abandono Rafa que tenia mejores cosas que hacer que dar pedales, por segundo fin de semana seguido cogemos el camino bueno y llegamos  al destino sin perdernos. Atravesamos Ventas Blancas como rayos para coger una senda preciosa de viejos olivos que nos llevara a las faldas del castillo. No sin antes tener el 2º percance de la mañana con el mismo protagonista, inexplicablemente se le salía un poco el  eje  pero sin mayores consecuencias nos acercamos al pueblo y en el puente de la entrada  paramos  a comer unas frutas y chocolatinas  mientras unos pensaban  en hacer puenting  otros admirabamos su belleza.

Justo después comenzamos el asalto al castillo, que se empina nada más entrar en el pueblo y como ya se ve la meta cada uno va  como puede y hasta donde puede, dejamos de callejear  para entrar en una senda de hierba que se va empinando a cada metro y nos pone a todos en fila india y es cuando llega el 3º percance del día en forma de costalada que parecía gran costalada pero se quedo en nada si no ya veréis….

Iba Nacho en cabeza como siempre y a un metro Miguel ósea el que escribe, cuando se empina de mas el camino y Nacho tiene  tiene que poner el pie en el suelo, entonces yo que voy detrás tengo que cambiar el trayecto,  se me levanta la rueda delantera tanto que di la vuelta entera y frene con la bici de Isma, pero como los niños, los btteros tenemos un  ángel y no paso nada. Subimos andando ese repecho  e  Isma y yo aun  lo intentamos un poco mas y allí mismo dejamos las burras y andando a ver el castillo que ya veréis las fotos y si queréis saber algo mas en el enlace.

Comienza el regreso que no por más rápido ha sido menos atractivo. Bajamos como rayos hasta el pueblo buscando una fuente para cargar y algunos limpiamos el barro de los pedales y decidimos que pararemos en Ventas Blancas a tomar algo, Nacho que ya lo huele sale como un tiro y Raúl sale detrás pero tiene el pedal sucio 4º percance , se pone a limpiarlo se le resbala el pie con tan mala suerte que lo mete entre los radios de la rueda delantera frenando en seco y saliendo disparado por encima dándose un  golpe de campeonato, aunque con mucha suerte de no hacerse nada serio, más que unos raspones en los codos y unas curiosas quemaduras en las manos, ah y la chaqueta (que es lo que más le dolió ) rota bueno y el  radio que dejo la rueda muy cuarteada.

Como si nada salimos directos a tomar algo cuando llegamos a Ventas había dos bares a la vista y nuestro EX director de almuerzo  protagonizo el  5º percance  Elige el malo, nos sacan un platito de embutido que… ahí tenéis la foto, pero bueno  estiramos las piernas descansamos tranquilos y …..  Lo había pensado omitir pero no puedo lo siento, el pan que nos pusieron era BIMBO si BIMBO, eso sí sin corteza je je.  Después del descansillo decidimos ir hasta ribafrecha por carretera que la mecánica llega justa, cogemos la rueda de unos con bicis de carretera que llevan a uno desfallecido y eso nos permite ir a rueda hasta Ribafrecha   cogemos el camino de Alberite y hasta Logroño que a mí personalmente se me hizo eterno, guardamos las burras y hasta la semana  siguiente. Bueno espero que os guste.

Que tristeza de Almuerzo, de cumpleaños de niños.

Rutas BTT Rioja : De cómo buscar el Ebro por caminos abducidos.

Dicese por abducido a  cosas que por extrañas circunstancias desaparecen, unos dicen que por culpa de los extraterrestres, a otros como nos pasa a nosotros, que porque nos perdemos y no sabemos si el camino que se veía que subía desaparece de pronto y unos extraterrestres lo ha abducido o lo mas terrible, que fuéramos nosotros los abducidos y acabáramos en un lugar diferente al que queramos ir.

Esto es lo bonito de lanzarnos a la aventura con nuestros cutre-mapas atados con pinzas a la bici, "el truco verde del mes". La ruta en cuestión se la hemos casi-copiado a los O.R a si que desde aquí les doy las gracias por ser los únicos que las cuelgan en el google earth y los que no sabemos usar GPS nos viene muy bien ese programa.

Salimos con un perfecto día soleado, como siempre a las 9.00 del parque del Mercadona de la C/ Donosita, por quien se quiera apuntar. Nos dirigimos a Najera por el Camino de Santiago, intento poner un ritmo suave pero enseguida llegan las voces desde atrás de que baje el ritmo, yo solo quiero coger algo de ventaja para hacer las fotos pero ni eso me dejan. Hoy toca ir en pelotón, no como el domingo pasado que Rafa nos bronqueo.

Al ser una ruta sin grandes ascensiones y con buen firme el ambiente fue de cachondeo toda la mañana, y es lo que tiene llanear, que puedes hablar y respirar a la vez y nadie se hace el héroe.

La primera rampa en la grajera nos calienta y hacia Navarrete llegamos rápido, paramos en el cementerio a coger agua y dirección Ventosa, da gusto hacer esta ruta ahora, porque en verano parece un juego de esquivar caminantes.

Pasado Ventosa llega la primera (y única) dificultad técnica del día, la cuestecita de las piedras, donde para no perder la costumbre echo el costillar hacia el suelo para tener un buen ángulo para hacer la foto a Ismael que como un jabato se la sube del tirón. Ya arriba se ven unas vistas buenísimas del San Lorenzo y la estación de esquí de Valdezcarai. Bajamos hacia Najera donde nos cruzamos a los de Rotonda Extreme que ya volvían a toda leche.

Antes de llegar a Najera hay que vadear un riachuelo que en verano no trae agua pero que hoy venia con bastante, por no dar la vuelta a coger el puentecillo la peña se anima a vadear, yo cauto decido ver como pasan los demás con la excusa otra vez de hacer las fotos. Primero Ismael, el mas fuerte, pero que metio bien la pata, después Miguel intentándolo por otro lado también se moja, mientras esperamos Nacho también se caé en seco para no tenerlo que hacer en mojado, pese a que estaba seguro el no poder pasar coge carrerilla y.......los dos pies al agua. Uno que es listo (o cobarde) depende de cómo se vea, busca una piedras en un paso estrecho y sin mojarme nada paso al otro lado.

En Najera paramos en el puente donde es hora de pincear el GPS ya que a partir de aquí la ruta es desconocida. Lo instalamos, comemos, escurrimos calcetines y siguiendo el Najerilla dirección Somalo, preguntamos algún lugareño si íbamos bien, por si acaso y llegamos a Somalo (que no sabemos que es), allí tirando de mapa cogemos el camino bueno a la primera hacia Torremontalbo. Buen camino para ir en plato grande. Pero a esas velocidades el sistema de pinzamientos del GPS no es útil y tengo que llevar el plano en una mano, y con la otra tirando alguna foto, que dura vida la de reportero, que los del tour van en moto, les conducen y les pagan. En fin, siempre quedara el consuelo del Almuerzo.

Cruzamos la carretera en Torremontalbo y cogemos el GR del Ebro que nos lleva sin dificultades hasta Cenicero, esquivando charcos, tranquilamente, comentando lo raro que no nos hayamos perdido, hasta que claro, llegamos a Cenicero y el Miguel se crece y empieza a marcar la ruta, por aquí, por allí no que no hay salida, a la derecha....Le hicimos caso porque ya había acertado dos veces, pero en vez de llevarnos a coger el otra vez el GR, nos hace subir a una viña, siguiendo un camino que ascendía y que según él tenia que llegar a Fuenmayor. Subimos, además una cuesta de las buenas, y misteriosamente desaparece el camino, ¡Coño¡ ¿y el camino? . Oteamos el horizonte y vemos a lo lejos un grupo de ciclistas por donde deberíamos haber ido. Pues nada, a atravesar viñas embarradas, escalones, zonas de espinos hasta llegar abajo, que divertido. Finalmente volvemos al GR paralelos a la vía hasta la antigua Zanussi posteriormente Solaria y actualmente “pelotazo” de alguno honrado empresario.

Nos pasamos el cruce de las Vías, le echamos la culpa por supuesto a quienes marcan con postes los caminos y es que ¡ Hay que poner los postes indicativos ANTES de los cruces y no después¡.  Después de esta dura y agria critica, ascendemos hacia Fuenmayor en una cuesta que es “mas dura de lo que parece” y con hambre llegamos a Fuenmayor. Parada en uno de los bares de la Plaza a por sendos almuerzos que disfrutamos al sol. Con la barriga llena y bastantes kilómetros volvemos por el cortijo donde la última subida se hace dura, de hay a casita con casi 75 Km. Es la ruta mas larga que hemos hecho. El Miguel desaparece para librarse de hacer la crónica, por lo que la próxima ya sabes.

 Recorrido y perfil en Google Earth.