Con un poco de retraso, aunque no se nota ya que el solito
ya ha acompañado acometemos la ruta mas esperada del año, sobre todo por Nacho
que si no se le ofrece un final apoteosico no sale de casa. Meses y meses ha
costao concretar el dia para que nuestro lider en los finales de etapa pudiera
estar, el Gran Miguel reaparecio….pero solo a la comilona, vamos poco a poco
cada uno tiene que destacar en su terreno.
A si que como a parte de comilona también querían vermut
hubo que hacer una ruta rápida, se decide hacer la senda de las garrapatas que
en verano esta plagada, subiendo hasta el cruce de la Hoya desde Albelda. Por el
camino hasta Alberite nos encuentran Oscar, Luis y los demás, durante unos
momentos nos juntamos unos cuantos en el camino y como no estamos acostumbrados
a ir tantos al esquivar a uno que venia de frente tenemos que echar a lo Webber
a alguno para la cuneta, le toco a Oscar que se metio buena leche
afortunadamente sin mas consecuencias del susto….de haber roto la bici.
Nos despedimos y el Albelda comimienza la puñetera subida a la Hoya , que jodia es, recta tó
tieso pa`rriba, plato pequeño y a sufrir, poco a poco se llega a los
descansillos y curvas, aunque después de cada curva hay otro repecho mas duro
aun. Después de unos subebajas llegamos a la portilla, continuamos recto hacia la Senda que nos baja a Clavijo
y que Cañas y Jorge no conocían, pero que siguiendo el sendero entre los pinos
y después la mierda de vaca entre la hierba nos deja en Clavijo.
Bajamos por el asalto hasta el cruce de la caseta de sube de
Albelda y bajamos hasta una granja donde comienza la senda del Párkinson que
tenia muchas ganas de conocer, Nacho no dejaba de preguntar porque la llaman
asi, y le dejamos la incertidumbre hasta el final que lo comprendió, y es que
es el único autónomo del grupo y esas sendas le dan pavor.
Después de disfrutar de las vistas, barrancos y demás
bajamos a Alberite y de ahí para casa a ducharse ponerse guapo (o al menos
intentarlo) y de comilona hasta altas horas de la tarde cuando los telefonos
quemaban de llamadas de las respectivas.