Para aprovechar el buen día nos
vamos a bajar las praderas del Moncalvillo por la parte de Daroca ya que ahora
ya (casi) no queda agua y esta todo muy verde. Es una ruta solo apta para la
elite de la sección “ruina” de los desorientados, que las malas lenguas dicen
que la forman: Oscar II de España y I de los depilados de la temporada, Ismael
(como le salen los asados), Ricardo incluido en esta sección porque le esta
dando por salir sin bici y el menda encargado de endurecer un poquillo la ruta
subiendo la cuesta de los gitanos en Navarrete y la senda de los 200m en Sotes.
La mañana transcurre tranquila
hasta que Ricardo se va que tiene que llegar pronto a casa y se da la vuelta en
Hornos. La subida de la Dehesa
de Sotes la hacemos desde la
Hermita de Hornos sin mas novedad que dos peeaaaazo mastines
que nos salieron al paso y que por una casualidad que no se suele dar iba yo el
primero del grupo. Menos mal que solo nos miraron, desde entonces y como
siempre a la cola del pelotón para proteger la retaguardia que es donde me
gusta ir. A si que ya sabéis porque voy el último, por cobardía no por
fortaleza física. Hay que aceptarse cada uno como es.
Llegamos al inicio de la senda de
los 200m donde nada mas empezar nos tenemos que salir “al monte” a causa de una
zarza gigante, seguramente carnívora, después llega una zona con un charco de
barro “gran reserva” y arenas movedizas que hizo que un rato tuviéramos que
sacar el machete para atravesar la frondosidad del monte en esta época. Cuando
por fin entramos de nuevo a la senda, ésta resulta impracticable por culpa del
barro y las roderas de las motos que la han destrozado, así que con paciencia
nos curramos un duatlon hasta la portilla.
Ya solo queda ir subiendo poco a
poco hasta la fuente del Moncalvillo, donde pasamos la Portilla y a bajar
disfrutando hasta Daroca, cada uno por donde quiere que lo bueno de esta bajada
es que no hay trazada.
Para volver subimos por la Senda de Daroca para bajar
con tranquilidad hasta Logroño discutiendo acaloradamente sobre las diferencias
entre los tiempos de asado y temperaturas que requiere el cochinillo y el
corderillo.