Cronica hecha de manera voluntaria y libre de coacciones por Jorge:
Son las 8.30 de la mañana y en el lugar habitual de reunión nos juntamos Raúl y yo. De aquí nos vamos a por Ismael que esta en las Gaunas, por que los demás han buscado excusas baratas para no venir como que “he tenido cena y no tengo el cuerpo para mas
fiestas” o “es mi cumpleaños y tengo que hacer los sándwich” o “tengo que cuidar a mi hijo David”- Lo que hace la gente para librarse del frió.
En fin, que hay estamos los tres valientes afrontando una subida a Viguera por el camino viejo de Alberite con -2º C que según nos acercábamos a los sombríos de las peñas iba bajando mas todavía. El frió nos animaba a llevar un ritmo alegre, hasta que llegamos a la fuente de Albelda donde paramos a coger agua, que estaba mas caliente que mi granizado de isostar del bidón.
Continuamos hasta pasar Islallana y cruzar a la otra orilla del Iregua para subir por la senda de la derecha que sube al mirador de Viguera, hasta llegar a la plaza del pueblo, donde paramos a sacarnos unas fotos en la fuente helada y al termómetro que marcaba -5º C. Pasamos por debajo del arco, para seguir por la carretera que llega a las canteras, pasándolas mas o menos recto hasta llegar a un camino cortado por una cadena que saltamos. La nieve tapa el camino que sube ligeramente hasta encontrarnos una pequeña campa, con una empinada senda a nuestra derecha, donde cogimos carrerilla para subirla cada uno como puede, uno montado y los otros dos andando, no quiero dar nombres por que luego me machacan en las crónicas.
La senda se hace divertida hasta que llegamos a otra campa y otra senda que esta vez el hielo y un barranco nos hace acordarnos que tenemos familia, a si que continuamos a pie unos 50 metros hasta que pasamos un estrecho del rió helado, llegando a la pared vertical de 100 metros donde cuelga el famoso chorrón congelado y debajo de el un rió azulado sobre las piedras, en dos palabras, im-presionante.
Para regresar cogimos la misma ruta por la que vinimos, ya que el hielo y el frió tampoco nos daba muchas mas opciones, exceptuando la bajada por el mirador, en la que cogimos una senda a mano derecha muy divertida por el pinar.
En definitiva, una salida sin muchas exigencias técnicas ni físicas, pero de gran belleza
en la parte final de la subida, donde nos quedo la sensación de haber visto un espectáculo de la naturaleza.
Una lastima que las fotos no plasmen la grandeza del lugar.
ResponderEliminarHola Raul,os vi desde encima de Peña Puerta y más tarde vi vuestras rodadas de camino a El Chorrón.Saludos.
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