Los inasequibles al desaliento

Los inasequibles al desaliento

jueves, 21 de febrero de 2013

A pico y Pala. Cascada de la Mina de Jubera.


Un domingo mas los montes siguen aun cubiertos de nieve pero hay calor a si que para evitar el deshielo y el consiguiente barro elegimos una ruta por pistas rodadoras para seguir haciendo fondo, como sigamos así vamos a tener mas fondo que la contabilidad del PePe, -un amigo que se dedica hacer agujeros hacia lo fondo, es oficial enterrador, pero hace trabajillos en “B” (Britis Pretolium) para buscar petróleo y cuadrar sus cuentas para llegar a fin de mes-, no penséis otra cosa relativa a pobres políticos que tampoco llegan a fin de mes.

Aunque para ser realistas, y volver al tema de la bici, esta es una ruta que parece que vas cuesta abajo, porque la ida pica muy poco para arriba y la vuelta es muy rápida, no hay subidas, aunque el ritmo que a ratos ponían el Ismael y el Cañas era alto. Con estas excusas vamos posponiendo los palizones de los moncalvillos, toros y saidas que van saliendo en las conversaciones.

A las 8.30 puntual Miguel ya nos esperaba, pero vestido de persona normal, para darnos ánimos, que no envidia. Cañas y yo recogemos a Ismael en la gasolinera y zumbando para Alberite que esta la mañana fresca. Paramos en la fuente para comprobar que no se graba la ruta y coger agua. Cañas enciende el GPS (que solemos llevar pero por no gastar...) y vamos hacia el camino de Murillo y por fiarnos pues damos un pequeño rodeo hasta que enlazamos con el camino que aunque llueva es muy bueno y te baja muy rápido a Murillo.

Por el camino se va sopesando vadear el Leza para no tener que entrar por el pueblo, pero sabiamente decidimos pasarlo por el puente ya que baja muy caudaloso y no porque no podamos, nos caigamos y acabemos en el Delta del Ebro sino que se puede oxidar la cadena con el agua y no es bueno.

Desde Murillo, después de arreglar el pinchazo de Cañas, cogemos el camino a Zenzano y después en un cruce nos desviamos por otro camino hacia la Izquierda que nos deja en Ventas Blancas, se pasa el pueblo, si ese lugar donde aquel infame día, que aparte de mi caída, nos dieron para almorzar surtido de embutidos pero con.... pan bimbo¡¡¡¡, desde entonces dejamos de almorzar en condiciones debido al trauma generado.

A pasar el pueblo, justo enfrente de la pista que sube a Bucesta, vamos hacia la izquierda y subimos por un camino entre campos de olivos hasta Jubera . En esta Zona vamos bien porque ya lo conocía, ya que una espesa niebla no dejaba ver nada y hay bastantes cruces.
 
Salimos al cruce de Santa Engracia donde nos cruzamos con los de Rotonda Extreme que ya vuelven de dar su paseo, de aquí a Jubera por la carretera y antes del pueblo un cartel indica la dirección de las minas.

Es un sitio bonito, recientemente rehabilitado, con sus cartelitos explicativos, sus cuerdas para que no se caigan los niños al precipicio, esta muy bien, sobre todo la cueva de la cascada que sale del interior de la tierra. Nos echamos unas fotos y vuelta por el mismo sitio. Nos metemos en la niebla y con la velocidad de la bajada nos quedamos helados hasta la subida de la  cuesta de Murillo y hasta Alberite ya suavemente.

En resumen es una ruta de las que velocidad media mas alta se saca, salen 73 Km en menos de 4 horas incluyendo el rato de la visita turística y a un ritmo normal. Para el próximo domingo ya no se que excusas poner y habrá que volverse a echar al monte....


martes, 12 de febrero de 2013

Ruta del buen Cubata. "Mas chorro y menos hielo"


Con este clima que no da tregua… bueno si un poco la mañana del domingo para permitir quitar el mono, se decide ir al Chorron de Viguera, al menos no íbamos a tener barro y vamos sobre seguro esperando poder hacer un poco el tonto por la nieve de las praderas por las que se accede a la senda a la que se accede al Chorrón.

Salimos puntuales Nacho, Cañas, Ismael y Raúl por los caminos de siempre hasta Viguera de charla aunque con algún toque para relajar el ritmo que hoy la ruta es Tranquila, Jorge llama para unirse en Nalda, pero con el eje del pedalier como una carraca tuvo que dar la vuelta, pero al menos madrugó que es lo que mas gusta un domingo.

Al salir de Viguera, dirección de la cantera ya vamos viendo que casi no hay nieve como imaginábamos, el trozo de la cantera con yeso liquido que al menos no se escayoló la las cubiertas fue lo mas feo pero pasable.

Al llegar a las rampas los culos inquietos no paran ni en el descansillo y lo suben todo del tiron, menos mal que Nacho y yo ponemos el sentido común al asunto y disfrutamos de las vistas. Poco mas arriba es necesario dejar las bicis para seguir andando, con la seguridad de que dejando la Conor mas a la vista y accesible sea la que antes roben.

Hay algo de nieve, pero no hielo, mucho barro en la senda, pero el espectáculo sigue siendo impresionante, la cascada tiene hoy mucho caudal y permite disfrutar y echar fotos como japoneses, entre agua, cortados y buitres. Eso si, con cuidadin porque cuando ya nos íbamos cayó una roca del tamaño de un puño cerca y hay que tener cuidado con los desprendimientos y no arrimarse a las rocas (niños ya sabéis, ni os metáis pa´loondo, ni os arriméis a la roca del chorron).

La vuelta como es de rigor en una ruta cortita toca parada en el bar para con el calor de la chimenea quedarnos fríos, un vinito y café los que pueden y para abajo por la Senda del Mirador que Cañas y Nacho no conocían. Después de este corto disfrute volvemos por la senda de la Regadera por no volver por el mismo sitio.

Hoy hay track, pero solo hasta el Chorron, la vuelta ya sabéis, cuesta abajo para Logroño.





































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