Salimos Miguel, Nacho, Ismael y Yo, los cuatro no coincidíamos juntos desde diciembre y ya se echaba de menos. Decidimos ir por el León Dormido, endureciendo la ruta considerablemente para lo que es la típica y aburrida subida a la Población.
A las 8.30 estamos en el cementerio, menos mal que queda a la salida, porque lo llegan a poner en Meano y alguno clava allí su residencia. Vamos por Oyon buscando el camino a Yecora, alguna duda, algún vacile de los lugareños y finalmente encontramos el camino, bueno, hasta que llegamos a una caseta. Ismael que oriundo de la zona y que se ha preocupado de al menos mirar ortofotos, dice muy seguro que aquí esta en inicio de la senda que sube a la Ermita de Bercijana, como los demás no teníamos ni idea pues no hubo criticas, la subida es dura, pero asequible si se anda un poco fuerte, un par de pequeños escalones nos ponen a prueba y el mullido de las zarzas de los lados amortigua las caídas.
Llegamos arriba y al llegar a la Ermita tenemos que entrar a coger agua y pasar entre los setos para llegar a la bajada con escalones que prudentemente bajamos a pata. Por el paseo verde de la Ermita, justo antes de llegar a Yecora hay una rampa muy dura con el firme de piedras que hace que la tracción no valga para nada y solo Ismael llega al pueblo subido.
Continuamos subiendo hacia Meano pasando por el antiguo pueblo leproso donde Miguel por precaución subió aguantando la respiración, llegamos a la carreteras por la que tenemos que meternos al menos unos 100 m para volver a subir por la pista de las placas solares hasta Meano. El ir conteniendo la respiración pasa factura a Miguel que llega a Meano sin poder ni hablar y con la idea de bajar por carretera. Ismael tiene que ejercer de psicólogo durante el rato que se tarda entre...: Volver a respirar, estirar, comer una chocolatina, luego otra, un plátano, agua, mas agua...así hasta que finalmente saca al líder que lleva dentro y continuamos buscando esta vez como llegar al paso de la Horca.
Esta es otra historia, después de preguntar a un lugareño que no tenia mucha idea y guiándonos por....mira ahí parece que sube un camino... para después ese mismo dejarnos otra vez en el pueblo. Nos dividimos, Miguel y Nacho que no quieren bromas van a subir por carretera, Isma y yo a buscar el camino, otra división, Isma se mete por un campo de cereal y yo subo por un sendero monte arriba que no me lleva a ningún sitito, después de silbar y vociferar me responde Isma que cree que ha encontrado el camino, no me queda otra que coger la bici al hombro y caminar monte a través hasta que lo encuentro a él y al mechero que perdió Cristo.
Atravesamos el campo de cereal y llegamos a un camino de subida que enlaza con el que baja a Kripan, lo atravesamos y volvemos a subir por otro, poco a poco oímos unas voces y felices llegamos a lo buscado, el paso de la Horca, milagrosamente y como siempre Miguel y Nacho ganan el premio de la montaña y nos esperaban sentados tan tranquilos.
Bajamos por la senda hasta la carretera y nos metemos por las sendas que dan la vuelta a León Dormido, una ligera bruma hace mas espectacular estos hayedos. En esta zona, cansado, los repechos se hacen duros y las piedras mas grandes. Descansamos en el mirador y continuamos hasta la carretera, para arropar al líder en su inicio de temporada volvemos a Lapoblación por la carretera.
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