-¡¡¡¡Se terminaron las mariconadas!!!
Así eligió la ruta el Sr Echazarreta, antes de que
nadie mas pudiese decir nada o los demás se dejaran influenciar por mi pequeña
propuesta del Castillo de Daroca. Para contentarme tuvo a bien mencionar la
senda de los Helechos (raspas de pescado marrones en esta época) porque después
de tener que subir hasta tan alto, había que alegrar la bajada y no
precisamente por las Neveras que están muy rodadas ya.
Salimos buena grupeta, a los de
casisiempre (Los Ismaeles, Oscar Puritos, Cañas, Iván y Raúl) se unen Quique el
guía de Torrecilla y Pedro miembro también del laureado a la par que disimulado
Club BTT Dr Castroviejo.
Como estoy algo rebotado (y esto
viene desde la traicionera noche de verano en Yecora donde perdí el mando a
favor de Gustavo), voy marcando la ruta y damos un pequeño rodeo de 30Km hasta
que comenzamos a subir, Cañas va proponiendo unas direcciones a tomar y no se
le hace caso, incluso se llegan a perder en Medrano en el mismo pueblo.
La verdad que por evitar subir
hasta la Dehesa
de Hornos dimos un largo rodeo y llegamos a Daroca por el camino paralelo a la
carretera.
En Daroca comenzamos a subir y a
jadear por el camino de la Casa Rural,
y justo en ella vemos bajar a dos ciclistas que nos comunican que hay batida y
el camino esta cortado. Bajamos de nuevo y ya que estamos aquí los seguimos
para subir todos por las Praderas…
Por dejar al líder atrás (Raúl se
queda, se queda Raúl…) se vuelven a equivocar y salimos a las praderas por la
parte de abajo, por evitar meternos bosque a través damos la vuelta hasta el
otro camino donde nos lleva ya en una buena subida, primero a través de las
praderas y después por el caminito a la Fuente del Moncalvillo por encima del Paso
canadiense. Aquí Ivan se va bajando que ya va justito y su cuñado como buen
familiar le acompaña para evitar que en la cena de navidad le retiren los
langostinos.
Ya no queda otro remedio que
subir por el asfalto, que suplicio…Quique y Pedro ya desesperados por las tardanzas,
las desorientaciones y demas pruebas a las que sometemos a los nuevos para ver
si son dignos, van tirando para arriba, con ese subidón que da el no saber a que
hora vas a llegar a casa, ¡¡¡Ese vivir al limite cada domingo cuando decimos
(Cariño, pa´las 12 estoy en casa)!!!.
Ismael también tira para arriba
se pasa el cruce donde le estábamos esperando mientras él se queda helado hasta
que los demás vamos llegando. Sin parar, mas que para ponernos las bragas, nos
lanzamos hacia abajo por la
Senda de los Helechos, que esta limpia por los lados, pero
muy cubierta de hojas que pueden esconder sorpresas. Sin complicaciones
llegamos al camino que baja a Santa Coloma y de aquí para casa lo mas rápido
que ya se puede, tanto que incluso en la Grajera volvimos a enlazar con Ivan y Oscar para
volver todos juntitos.
Buena ruta
ResponderEliminarEl monte esta en su mejor momento
Buena crónica, si señor. Otro día pido ampliación del pase de horas. ;-)
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