Los inasequibles al desaliento

Los inasequibles al desaliento

martes, 12 de mayo de 2015

Los Praos de Daroca



Para aprovechar el buen día nos vamos a bajar las praderas del Moncalvillo por la parte de Daroca ya que ahora ya (casi) no queda agua y esta todo muy verde. Es una ruta solo apta para la elite de la sección “ruina” de los desorientados, que las malas lenguas dicen que la forman: Oscar II de España y I de los depilados de la temporada, Ismael (como le salen los asados), Ricardo incluido en esta sección porque le esta dando por salir sin bici y el menda encargado de endurecer un poquillo la ruta subiendo la cuesta de los gitanos en Navarrete y la senda de los 200m en Sotes.

La mañana transcurre tranquila hasta que Ricardo se va que tiene que llegar pronto a casa y se da la vuelta en Hornos. La subida de la Dehesa de Sotes la hacemos desde la Hermita de Hornos sin mas novedad que dos peeaaaazo mastines que nos salieron al paso y que por una casualidad que no se suele dar iba yo el primero del grupo. Menos mal que solo nos miraron, desde entonces y como siempre a la cola del pelotón para proteger la retaguardia que es donde me gusta ir. A si que ya sabéis porque voy el último, por cobardía no por fortaleza física. Hay que aceptarse cada uno como es.

Llegamos al inicio de la senda de los 200m donde nada mas empezar nos tenemos que salir “al monte” a causa de una zarza gigante, seguramente carnívora, después llega una zona con un charco de barro “gran reserva” y arenas movedizas que hizo que un rato tuviéramos que sacar el machete para atravesar la frondosidad del monte en esta época. Cuando por fin entramos de nuevo a la senda, ésta resulta impracticable por culpa del barro y las roderas de las motos que la han destrozado, así que con paciencia nos curramos un duatlon hasta la portilla.

Ya solo queda ir subiendo poco a poco hasta la fuente del Moncalvillo, donde pasamos la Portilla y a bajar disfrutando hasta Daroca, cada uno por donde quiere que lo bueno de esta bajada es que no hay trazada.

Para volver subimos por la Senda de Daroca para bajar con tranquilidad hasta Logroño discutiendo acaloradamente sobre las diferencias entre los tiempos de asado y temperaturas que requiere el cochinillo y el corderillo.
































1 comentario:

  1. ya veras cuando llegue el personal de la enfermeria como no nos dejan ir tan relajados y nos ponen las pilas

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