Nos adentramos en el mes de julio y entre pre y post vacaciones hoy no hay muchas ganas de pegarnos el palizón, eso que la mañana aparece nublada y con temperatura muy agradable.
En principio estaba planeada la ruta del Perímetro de Cenicero, que apenas hay cuestas, pero ¡que coño! tiramos la casa por la ventana y se decide darlo todo y subir a la Dehesa de Navarrete famosa por sus gran altitud, complejidad y nieves perpetuas.
Entre cafés, ver el encierro de San fermin y sus repeticiones en cámara lenta, apretar los tornillos de la nueva potencia biónica-articulada tipo choper que le ha puesto Nacho a su bici, salimos casi las 8.20.
Salimos por los campos de fútbol hacia el monte la Pila, les hago variar un poco el recorrido hasta Navarrete por el lado derecho de la autopista, por esta zona uno de los que madrugan para correr (que locos) nos iba a la par, lo dejábamos en las bajadas y nos volvía a pillar en las subidas, creo que era Abel Antón pero no estoy seguro, no se si porque él corría mucho o nosotros íbamos muy despacio.
Llegamos a Navarrete y Nacho que es todo lo contrario al buen betetero tiene que parar en una pastelería para desayunar, porque sale de casa vació, tampoco lleva llaves allen, ni cámaras de repuesto y a veces ni agua, pero claro si llevara todo eso no podría llevar la guía Michelin de lugares con buenos almuerzos.
En Navarrete nos encontramos con los amigos del Pinchazo que se van hasta Santa Coloma y que nos invitan a su Marcha Nocturna, este viernes 15 de julio a las 9.30 en la gasolinera Las Gaunas, aprovechando la Luna llena, no por ver mejor, sino porque disminuye de manera notable el sentido común de las personas.
Subimos a la dehesa por el camino de la viña, entre piedras y playas de arena que la hacen un poquito mas dura, una vez que llegamos a la pista, en vez de continuar por la buena, subimos por la de la derecha, un camino lleno de ramas, roderas y piñas, mas corto y mas empinado por lo que se hace amena la subida, arriba el camino esta mal porque andan deforestando pinos y esta todo bastante destrozado, nos cruzamos con bastantes ciclistas y sin parar bajamos a Fuenmayor para almorzar. Un ligero error de calculo (son las 10 de la mañana) y los bares no han calentado ni la maquina de café, a si que comemos una triste chocolatina y para Logroño por la subida de las antenas y después por el Camino Blanco a bordear pinos, esquivas piedras y vigilar como va el crecimiento de las vides de las fincas de la zona.
Vamos buscando el barrio de Yagüe que ahí si dan buenos almuerzos y cuando ya das la ruta por finalizada me meten por una senda que no se como llamarla aunque se barajaron varios nombres solo se que parecía la sabana por la altura de las hierbas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario