El día de las rocas. Senda de Luezas.

Crónica por Jorge: Estamos ademas; Ismael, Miguel, Raúl, Oscar, Fernando, Cañas y Luis.

Hoy hemos hecho un pequeño master en geología, la ruta tenia rocas de todas clases posibles, grandes, pequeñas, pegadas al suelo, sueltas, y en algún momento  muy negras las he visto yo.

Comencemos, el día amanece nublado y amenazante, pero con buena temperatura.

 Salimos, después de los saludos iniciales buscando el camino viejo de Alberite, estos primeros kilómetros los hacemos tranquilitos y de forma distendida, a sabiendas  lo que nos quedaba por delante. Cada uno contábamos por donde  solemos subir a Clavijo, llegando a la conclusión, como bien comento un miembro del grupo, es que, vayas donde vayas todos los caminos llegan a Clavijo.

Al final decidimos coger el camino mas recto que sube por debajo de la gran roca del castillo donde empezamos con el primer gran repechón del día en un terreno al principio suelto con un ultimo tramo con piedras mas gordas en medio de la senda haciéndote ganar el agua de la fuente del pueblo.

Después del pertinente refrigerio, cogemos el camino a la hoya, saliéndonos a la izquierda por una senda muy agradable, con alguna roca puesta  para darnos en algún pedal. Salimos otra vez al camino de la hoya donde nos esperan unas rampitas del 18%,¡que es eso para nosotros! Llegamos a una portilla y divisamos lo que nos queda por delante, otro pedazo de rampón que se divisa en toda su magnitud.

Alcanzamos Peña Aldera, en la cual, empiezan los rigores climáticos. Después de unos sube bajas llegamos a la ultima subida con muchas rocas y diversas magnitudes,  haciéndose entretenida la subida al Viso entre la niebla.

 La senda de bajada se puede dividir en dos partes, la 1, muy técnica y delicada por humedad de las piedras, y la 2, mas fácil y disfrutona. Después de la senda y por una pista conseguimos llegar a Nalda donde repostamos agua, cogiendo el camino del Iregua hasta Logroño, donde llegamos aunque parezca increíble sin ninguna caída seria, para como estaban las roquitas, ni ninguna avería, para como trabajaron la pobres bicis.

Fotos de oscar. AQUI