Otro Domingo que me veo solo...el personal tiene que cuidar sus latifundios vinicolas, ademas mucha lluvia toda la noche pero necesariamente tenia que salir, a si que hasta que no me vi en la calle y vi las nubes no elegí destino. Tengo que confesarlo, incluso pense hacer una etapa por carretera para evitar el barro, menos mal que pude eliminar ese pensamiento.
Viendo la unica zona donde estaba mas claro alli me dirigí, ademas caminos que ya conocia y que sabia que eran de buenos. ¿que me queda?, todas las cumbres cubiertas de nubes, a si que me puse a rodar hacia un lugar que tenia en mente hace mucho, ir a visitar las Minas de Plomo abandonadas de Jubera, que recientemente han habilitado para las visitas. Circulando por el Camino de Alberite, despues hacia Murillo y de allí a Ventas Blancas. La unica zona mala fueron unos 100 m de barro malo pasando Ventas Blancas que pase sin dificultades ya que es tramo llano. Total me salieron 70 Km, de llaneo y a las 11.30 esta en casa cuando empezaban a caer ligeras gotas. Ni me hizo falta chubasquero ni lavar la bici.
Pero eso si, 70 Km en solitario dan mucho que pensar y como no tuve compañeros aqui les dejo una muestra de todo lo que pense y que espero que lean.
Fotos Explicativas aqui
En Alberite me llama Cañas para decir que se ha rajado y yo empiezo a pensar en historia de la génesis del pensamiento, entonces mi mensamiento me lleva hacia Murillo pensando si vadear el leza o la siguiente proposición de un eminente lógico también estará iluminada por una nueva luz: La ley originaria y general del sujeto cognoscente consiste en la interna necesidad de conocer todo objeto en sí, en su esencia propia, como uno e idéntico consigo mismo, así pues, como existente por sí y, en el fondo, permaneciendo siempre igual e inmutable, en una palabra, como una sustancia.
Algún día se enseñará que esta tendencia se forma gradualmente en los organismo inferiores, que los torpes ojos de topo de estas organizaciones al principio no ven nada sino siempre lo mismo, que entonces, cuando se hacen más perceptibles las distintas estimulaciones de placer y displacer, las distintas substancias se distinguen poco a poco, pero cada una con un atributo, es decir, con una única relación con un tal organismo. El primer grado de lo lógico es el juicio; cuya esencia consiste, según la declaración de los mejores lógicos, en la creencia. A toda creencia le sirve de base la sensación de lo agradable o lo doloroso con respecto al sujeto que siente. El juicio, en su forma ínfima, es una tercera sensación nueva, resultado de dos sensaciones individuales previas.
Originariamente a los seres orgánicos sólo nos interesa en todas las cosas su relación con nosotros respecto del placer y el dolor. Entre los momentos en los que nos hacemos conscientes de esta relación, esto es, los estados de sensación, están los momentos del reposo, es decir, los estados sin sensación: ya que entonces el mundo y cada una de las cosas carecen de interés para nosotros, no percibimos en él ninguna alteración (como todavía ahora si alguien está vivamente interesado en algo no nota que otro pase a su lado). Para las plantas en general todas las cosas están en reposo, son eternas y cada una de ellas s idéntica a sí misma.
Del periodo de los organismo inferiores el hombre ha heredado al creencia en la existencia de cosas idénticas (solamente la experiencia desarrollada por la creencia más elevada contradice esa proposición). La creencia primordial de todo lo orgánico y quizá desde sus comienzos puede que sea que todo el resto del mundo constituye una cosa única e inmóvil. A aquel grado primordial de lo lógico le queda sumamente lejos la idea de causalidad; en efecto, nosotros todavía opinamos, en el fondo que todas las sensaciones y acciones son actos de la voluntad libre; si el individuo que siente se considera a sí mismo, entonces tomará, toda sensación, toda alteración, por algo aislado, es decir, incondicionado, inconexo: surgiendo de nosotros sin asociación con lo anterior o lo posterior. Cuando tenemos hambre no opinamos originariamente que el organismo quiere ser mantenido, sino que aquel sentimiento es el que aparece haciéndose valer sin fundamento ni finalidad, se aísla y se toma a sí mismo por arbitrario. En consecuencia: la creencia en la libertad de la voluntad es un error originario de todo lo orgánico, tan antiguo que en él ya existen los arranques de lo lógico, la creencia en sustancias incondicionadas y en cosas idénticas también es un error originario e igualmente antiguo de todo lo orgánico. Ahora bien en la medida en que toda metafísica se ha ocupado principalmente de la sustancia y de la libertad de la voluntad, se la debe designar como la ciencia que trata de los errores fundamentales del hombre, aunque lo hace como si fuesen verdades fundamentales.
"Plomizo" pensamiento, creo que no pesaron los km si no el "celebro" ja ja ja
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