Las sendas del Rodalillo.

Por fin un domingo que va parecer tranquilo, los lobos andan de jurado para el pueblo mas simpático y la salida es con pocos miembros a si que por una vez me hacen caso de hacer algo suave y salir algo mas tarde.

Quedamos Ismael II y yo, pero a ultima hora se presenta Sergio que últimamente si la cosa no pasa de 80 Km no se levanta de la cama, afortunadamente entro por el aro y nos dispusimos hacer una dominguerada tranquila.

Salimos a las 8.30 camino de Clavijo, con la mañana fresca, tanto que Sergio salió de largo, el motivo es que se había quitado el aislante térmico natural (con la excusa de los masajes y las cremitas) y de corto pasaba frío, ¡Asi son los hombres del norte!

La subida a Clavijo no tuvo mucha miga, la única diferencia que fuimos todos juntos, hacia tiempo que no subía acompañado hasta aquí, parada rápida y continuamos un poquillo mas hasta el inicio de la Senda de Igor que hacemos hacia arriba. Esta iba a ser la novedad de la jornada, puesto que solo la habidos hecho una vez y de bajada.  La cosa cambia tanto que incluso no la encontrábamos y tuvimos que hacer un tramo andando, no porque no pudiéramos (que tampoco) sino que no nos sonaba que estaba tan mal el terreno (serán las lluvias).

Finalmente entramos en la curvas del pilar donde ya pudimos subir hasta arriba y admirar un poco los paisajes.

Bajamos hacia la izquierda por la senda que baja de nuevo a Clavijo, esta al igual que la anterior esta muy rota y llena de piedras. Yo con la excusa de las fotos baje un tramo andando pero Ismael y Sergio sin mucha ortodoxia pero con valentía bajaron toda. El ultimo tramo de la senda de las Garrapatas es el mas divertido hasta que llegamos a la pradera, que ahora a principios de verano y con lo que ha llovido parece la sabana. Un campo de margaritas que en otras ocasiones seria idilico, pero que con la bici te llegan hasta la cintura, te atrancan las roldanas, te atascan los ejes etc, hasta que finalmente pasamos el regatillo y acabamos de nuevo en Clavijo sin milagrosamente ningún pasajero mas.

Como es pronto y tampoco hay que abusar de llegar muy pronto a casa nos hacemos la Senda del Parkinson para terminar con buen sabor de boca, no muy cansados y a hora decente en casa.

Seguramente veo por ahí alguna venganza contra mi por hacer perder el pico de forma con esta rutas que son mas para una tarde, pero bueno las asumiremos.

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