Los inasequibles al desaliento

Los inasequibles al desaliento

jueves, 23 de octubre de 2014

Están locos estos romanos (Por J. Cañas)


La ruta de esta semana me recordó mucho a un cómic de Astérix:


“Julio César, aconsejado por sus senadores, decide enviar a la aldea gala a Detritus, un sembrador de cizaña que pretende turbar la paz que reina en el pueblecito………”



En esta caso es un grupito, nuestros Desorientados en BTT. Cañas decide proponer una buena ruta para esta época de otoño toda vez que las lluvias han sido escasas esta semana.



La ruta propuesta no es otra que Logroño, Viguera, senda romana a Torrecilla y subir a Moncalvillo.  El éxito es abrumador y el viernes ya hay propuesta oficial y extraoficial a los compis de trabajo Eduardo, Jorge y Carazo.



El sábado se apuntan a la salida, Raúl, Jesús, Oscar y su hermano David y yo mismo, ¡faltaría más¡



A las 8 en punto estamos dos irreductibles galos en el Gloria Bendita Jesús y Cañas, al poco aparece Raúl y a lo lejos el Druida de Cenicero, con un haz de luz de al menos 6.000 lumens. Viene de Cenicero reconociendo el terreno y dejando ciegos a los atrevidos conejos que osan asomar a su paso. Como no viene nadie más vamos dirección a las Gaunas en busca del resto de Tribu: Oscar, David, Jorge y Eduardo más conocido como Velociraptor, Matakons…….

Aquí comienza el espíritu de Detritus a hacer de las suyas en vez de ir por el camino habitual vamos en dirección a la Estrella en busca de la senda del Iregua dirección a Alberite. Aquí se une el irreducible Jesús Carazo, que viene notablemente engañado a este sencilla y nada técnica ruta de hoy domingo.



Tras presentaciones mas o menos formales, nos vamos en busca de los Romanos y su senda, hacia Viguera, y claro como no puede ser de otro modo por la también senda de los pescadores para subir por la pista norte. Ahí alguno se pega el calentón concienzudo del día, y todo por retar a Conorcito que nos ha pasado esta misma mañana…ya estamos con la cizaña a cuestas.



En Viguera descansamos y repostamos agua, que no pócima, ya que hasta Torrecilla no hay fuente alguna.



Salimos por detrás de la Iglesia y nada más pasar la carretera que sube a las canteras una extraña fuerza de la gravedad hace que Carazo bese el sueño por primera y anteanteanteantepenúltima vez. No ha ido a mayores el tema.

Jorge que va calientito hace un esfuerzo en la rampa dura de esta subida y zasss en toda la rodilla. Estos golpes que vas notando ya para el resto de la mañana.



Nada más salir, encontramos a Raúl pidiendo papirus, pergaminos, o “clinex coño, lo que tengas” ya que todo preso necesita su libertad y estos los va a dejar en el campo.  Como no viene cuando nos reagrupamos le dejamos un rollo de papel de verdad, doble capa, con sus flores y todo, junto al cartel que indica la senda.

Toda esta información se la damos de viva voz a gripo pelado, pero resulta que se oye mejor que con cobertura Orange, como es mi caso.

Aquí empieza el trayecto motivo de la salida la Senda Romana. Surge el debate iniciado por Jorge de que por aquí no ha pasado ni un romano, ni el día de su inauguración, ante lo cual casi le tengo que dar la razón, ya que por lo bien que se va por el valle para que vas a ir haciendo tanto sube-baja, claro, salvo que seas un loco romano.



Jorge (el druida), Velociraptor, y Oscar (Ironman) han ido de avanzadilla reconociendo el terreno y poniendo unas cuantas piedras para que la ruta no sea tan suave y monótona. Como se sacrifican nuestros heroicos guerreros, bajando veloces hacia el valle en busca de verdaderos romanos.

Mientras tanto nosotros a lo nuestro, unos probando se zapatillas de tenis (¡Como anda Belloso!) otros testando los automáticos en caída a la izquierda, a la derecha, de frente contra un árbol, nota media: 9, 8, 8,5, 9, 10. Hubo división de opiniones ya que el salto estaba bien ejecutado pero sin transmitir el suficiente peligro.




Yo me dedique a frenar el ímpetu de esta gente ávidos de emociones fuertes y a su vez tratar de encontrar algún boletus, como este magnifico boletus satanas



Una vez en la pista, y dada la cobertura comentada de mi Orange (Carrefour con cobertura Orange) me entrada una llamada de Eduardo: “Todo despejado hasta el valle estamos en la marquesina. ¿Subimos a Nestares? Bueno que esperamos”

En ese punto recapacito y vista la hora decido bajar jugándome el tipo para hacer mas corta la espera y comentar que si lo desean que inicien la segunda ascensión del día ya que defraudados por no encontrar romanos estamos algo desmotivados en el grupo de tropa rasa.

En la marquesina, hacemos reagrupación y Eduardo con Jorge suben dirección a Nestares, las antenas de  Moncalvillo etc y el resto tras arreglar una pinchazo de David nos disponemos a bajar por carretera. (No entiendo, y esto está fuera del relato, como pueden pinchar estas cubiertas de ahora. Estaba nueva con 15 años y ya no valen para nada, no les meten goma, ni como dice Jesús D. no llevan ¿doble cubierta?.

Hablando de Jesús, haciendo honor  del despistado cobrador de tributos Claudius Sinusitus, me pregunta que por donde he bajado yo, ya que el iba primero y no me ha visto, y de remate a la altura de Islallana va último y ni corto ni perezoso se va a por agua al pueblo pensando que nosotros también habíamos ido.



Bueno despistes aparte, el resto es historia de “Una de romanos” Joaquín Sabina el Hombre del Traje Gris 1988  nosotros bajamos como tiros todos detrás de las espaldas de Desbrozadora Belloso (que me recuerda a otro personaje ).

 Eduardo y Jorge, pese a ir puestos de pócima,  a saber a que hora llegaron a casa.



Bueno si, que lo sabemos, a las 14:55 Eduardo y Jorge cuando su Santa requirió de su presencia haciendo: Alto de Nestares – Cenicero al estilo Braddley Wiggins en 15:08 segundos,  más o menos y según se cuente.



Un placer y hasta la próxima




2 comentarios:

  1. Muy bien Cañas, ejemplo de compañerismo pata la juventud. Da gusto leer las crónicas de los demás y más si son divertidas. Da casi tanto gusto como dar la libertad a un preso

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    1. Y eso que la falta de tiempo y las prisas no dejan pulir las cosas como vosotros os merecéis

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