Un mes he tenido que estar sin salir para dar pena a mis compañeros y que por una vez la salida del día sea plana y no llena de curvas turgentes como suele ser un domingo habitual, se nota que han aprovechado a desfogarse a base de Km, aunque como aun no lo han contado no me lo acabo de creer.
Desde hace tiempo queríamos
conocer estas minas como un lugar muy desconocido y original, pero claro....ir
hasta Arrubal esa zona no es de lo mas excitante. Para dar una alegría al
personal (Jesús, Ismael I de España y V de Yecora , Ismael II y Sergio) nos
damos un par de calentones por las cuestas de acceso a la Rad, para bajar hasta
la rotonda del Aeropuerto.
Aquí dudamos como evitar la
N-232, los que somos buenos conductores y tenemos todos los puntos la cogemos
en dirección contraria unos 200m hasta el camino que baja al Rio Leza para
vadearlo domingueramente por las losas. Los que temen el multazo se pierden, se
ven a lo lejos entre los juncos del río y no los volvemos a ver hasta la Plaza
del Castillo de Aguas Mansas Agoncillo y comentan que finalmente tuvieron que
vadear el río pero con un par (de calcetines menos, que pasaron descalzos).
Continuamos hacia Arrubal a buena
velocidad por los caminos de las Huertas detrás del polígono del Sequero, que
bien con el viento a favor ji,ji,,,,ja,ja,,,jeje...llegamos a Arrubal, damos un
paseo por el pueblo hasta que encontramos el GR de nuevo que seguimos a muy
buena velocidad ¿Porque será?. En una zona donde abundan las zarzas y se cierra
el camino Jesús vio un agujero y no pensó en otra cosa que en meterla (la
rueda) hasta el fondo y darse buen talegazo afortunadamente sin consecuencias
para la bici.....ni para él.
Llegamos al imponente cortado que
esta al otro lado de la vía y en lo alto se ve una especia de Cruz de hierro,
-Pues aquí es, si hay una cruz...
Cruzamos las Vías y abandonamos
las bicis, tranquilos porque sabemos que hasta las 12.00h no llega el “Caló
Express” y aun son las 10.30.
El acceso a la mina esta muy mal,
apenas se ve el sendero entre lo frondosas y rasposas que están las zarzas y
damos algún pequeño rodeo hasta que paseando por debajo del cortado (que
acojona un poco) llegamos a la puerta de la mina.
Dentro da respeto, no se ve el
fondo y hay pasillos laterales muy oscuros con pozos que tampoco se ve la
profundidad, entre bromas de perros y fantasmas nos hacemos las fotos de rigor,
hablando muy bajo no siendo que la vibración provoque un derrumbe
(claustrofobia...¿qué es eso?)
Salimos, nos volvemos a pinchar
con las Zarzas y las bicis siguen en su sitio a si que ahora ya para casa, pero
coño el viento no es muy fuerte pero hasta Arrubal molesta un poco, hasta Agocillo ya es mas tocapelotas y hasta
Logroño te deja para el arrastre, mas cansado que si hubiera subido al
Moncalvillo.
Recomendable visitarlas, eso si
casi mejor en invierno que no hay tanta zarza.
ruton
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