Todos el verano llevaba diciendo
Oscar que había que ir a Codes, que esa zona estaba virgen, que es muy
bonita...que cuando vamos....vamos ya, vamos ya...y como en todo en la vida el
que no llora no mama, pues nos fuimos todos de excursión al valle de la Sierra de Codes y parte
baja de Ioar, que para la alta nos hacen falta aun unos cuantos veranos.
Como he dicho es para nosotros
tierra virgen, así que hay que ir preparados para no perdernos, Cañas en su
infinita bondad me deja un GPS de los de verdad con sus muchos botones,
configuraciones y demás pijadas..(cuanto extrañé de menos mi wikiloc en el
teléfono aunque me tuviera que parar (o actualizar) en cada cruce.)
Pues bien, a las 8.00 en el Puente Piedra para salir a la 8.20, mira que
damos margen si sabemos que no va a venir nadie mas y nos vamos hacia Oyon
donde por la cantidad de ciclistas que nos adelantan se ve que hoy se organiza
la marcha BTT villa de Oyón.
Nosotros vamos tirando hacia La Población y ya por el
camino me voy mosqueando porque no soy capaz de:
- Seleccionar la ruta
- Seguir el track
- Aumentar el Zoom
- Que la flecha apunte por donde ir
Y lo que mas me mosquea es que
tampoco fui capaz de hacerlo funcionar empleando el método universal de
arreglar cosas tecnológicas sin recurrir a la violencia (el apagar y volver a
encender). Al menos llegar a la
Población que siempre resulta aburrido se me paso volando.
Y así poco a poco y mas o menos
por intuición pasamos los molinos y empezamos la bajada que han utilizado las
maquinas para sacar madera y que esta destrozada aunque ciclable y que nos baja
después por una buena pista hasta Aguilar de Codes.
Tirando de zoom pero sin saber
nuestra ubicación empezamos a seguir un tractor y antes de ni si quiera saber
que estábamos perdidos Alfredo tira de autoridad y le da el alto al del tractor
para preguntar por el Santuario de Codes dejándome como a un dominguero de esos
que el lunes aparecen en la prensa rescatados por la Guardia Civil porque
“no iban bien preparados”.
No se donde , deberíamos haber
cogido un cruce que nos paramos, nadie ve ningun camino a la izquierda y vemos
que en vez de subir vamos bajando (bueno al menos esto no es malo), se comienza
a mascar la tragedia cuando el camino nos lleva a una finca sin salida de una
extraña variedad de alfalfa “alavesa”, mas transgenica que un bocadillo de
jamón de un végano. Una vez aquí y para calmar al personal explico que es un
atajo y que nos hemos librado de unos cuantos kilómetros de subida, que
atravesando la finca llegamos al pueblo que se ve al fondo.
Oscar es el primero que se tira
entre la “alfalfa amarilla” y la verdad que buenas fotos salieron, sabedor que
las culpas las iba a tener que compartir conmigo por elegir esa zona, pero
finalmente salimos a una trocha que nos saca a un camino que nos lleva a una
pista y que nos deja en Azuelo. Aquí ya se desmadra el personal ya no dejan de
mirar por donde volver y se lanzan a la carretera para volver dentro del
horario de control.
Que bonito es el BTT decían...que
te permite pasear por fincas, perderse y después recuperar el tiempo perdido
dando relevos por carretera, bueno un relevo largo de Ismael E detrás del
escapado Alfredo neutralizando la fuga en Torres del Rió. Desde aquí cogemos el
camino de Santiago para con sus duros repechos ir volviendo, cogiendo a veces
la carretera para evitar peregrinos y meternos en el circuito de motos que hay
montado para ir llegando a Viana y ya poco a poco a Logroño con la pájara de
Damocles frenándonos las ruedas.
Lo que iba a ser una cosa de 55Km
se nos hizo 75Km, algunos aun cree que atajamos, otros que los hacemos adrede y
los menos que ha sido un guiño hacia los que flaquean.
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