Postureo en el Rodalillo

Me gustaría escribir unas líneas diciendo lo maquinas que somos, que rápido vamos, como volamos sobre las piedras, que si ya no utilizamos el plato pequeño para subir, que entrenamos 4 veces por semana….. ¡¡¡Pero no!!! Es triste decirlo, pero mas triste es alardear y contar mentiras. La ruta de hoy ha dejado constancia de ese globerismo que nos invade cada domingo, que algunos mitigan escapándose por la carretera. Cada día esta mas claro que estamos mas cerca de las “glorias del BTT”

A las 9, sin madrugar, que según el Gigolo estamos en invierno. Salimos lo mas granado; El Peque, El Plumilla, El Duende, El Caballito de Palo y el Tatarata sin rumbo fijo como el Taburete en la Laurel. Vamos por el camino de Alberite pensando las diferentes alternativas, chistes, chascarrillos porque la BTT es una democracia y se puede hablar, no como otras disciplinas deportivas que no voy a nombrar pero que todos sabéis a que me refiero.

Cuando vamos por el cruce de Nalda nos da pereza hasta llegar a Viguera y como en ese momento sale el sol justo por encima del Rodalillo, cuán señal divina se decide subir hasta allí.

Cargamos agua en Nalda y para arriba poco a poco con un agradable solecillo en la cara que no anima a apretar, fotos para aquí, criticas hacia los que no están por allá…y así vamos subiendo lo que nos queda hasta cuatro caminos. Es aquí arriba, al finalizar la senda negra donde nos encontramos con un abuelo setero que subía andando desde Nalda. Nosotros con una media de 40 años y en bici llegamos a la vez que el con 65 y andando. ¡Que se puede decir! ¡Que pena damos!

Justo antes de empezar con las duras rampas del Rodalillo nos encontramos un amigo de Sergio (Iván) que hace el resto de la ruta con nosotros. ¡Que frikis! Tuvo que pensar ya que con el paisaje de la niebla en el valle las vistas eran espectaculares y cada poco parada, foto y postureo.

Bajamos por la senda de Igor hacia Clavijo donde nos vuelve a envolver la niebla y por la senda hacia la Unión y para casa.