¡¡¡Que gran día y que pocos lo disfrutamos!!!, puede ser el resumen de la mañana del domingo, espectacular en lo climatológico y mas aún en la ruta.
No voy a excusar a todos los que faltaron,
algunos con coartadas de conciliación ineludibles, otros con mas problemas mecánicos
que el McLaren de Alonso y porque no decirlo, hubo uno que incluso pago por ver
al payopony del Juan Magan*, no diré nombres, pues como la Ley de Sanidad que impide
decir que restaurante servia tortilla con “premio”, lo mismo vale por salvar la
poca honra que les queda algunos.
Los tres mas afortunados, nos
vamos a hacer una ruta nueva. Para ello vamos a Viguera por la nuevo sendero
romano, es nuevo, pero lleva ahí 2000 años (entenderlo como queráis), pero aun
no la habíamos estrenado. Entre la novedad y el frío matutino subimos
tranquilitos.
Desde Viguera nos vamos hacia la
cantera y comenzamos a subir por la pista de la derecha, pero en la primera
curva, nos metemos en una senda que nos lleva en exigente subida hacia la parte de arriba del chorron. Hacia
tiempo que no nos metiamos por una senda nueva, de las que requieren un poco de
senderismo a si que entre fotos y admirar el paisaje echamos parte de la
mañana. ¿Qué decir de las Vistas?, no se aprecian en las fotos por lo feos que
somos, pero el acantilado del Chorron impresiona.
Faltaba una terracita con sus
cervezas y torreznos para tomarlas al sol y como dijo Ismael no hacia falta ni
hablar.
La bajada la cogimos con ganas,
menos Oscar que bajo recitando el santoral cristiano, ortodoxo y evangélico del
séptimo día. Puesto que las vistas fueron en subida, con cuidado y asustando
senderista que no esperaban a nadie por allí arriba volvemos a la cantera. Aun
con la emoción y para no quedarnos fríos bajando se propone culminar la mañana
con la Senda de
San Marcos, total, una vez que nos hacemos todo el aburrido camino hasta
Viguera hay que sacarle partido a la zona. La Senda no se si por el barro o la erosión estaba prácticamente
toda transitable.
Ya volviendo por el mismo sitio,
para conocer la Romana
en bajada, sale el nombre del Parkinson, pero no vamos a ser tan ansiosos, más
que nada por no subir la raposa, y dejarla para otro día, al menos tan bueno
como el de hoy.
*Solo espero, por la parte que me toca,
que el que fue al concierto, fuera por arrimar (y arrimara) la cebolleta con la
excusa del perreo, porque si es por la música…en fin….
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