Llego la fecha para la que nos teníamos que preparar tanto con la flaca y
que ha sido motivo de tantas indirectas en el grupo de wasapp. Vamos a la capital
del mundo, a lucir mallot de Desorientados (la nueva ya no tiene el apellido
“en BTT”, que conste).
La planificación fue realizada por el duplo Jorge Agustín-Jorge Bellos.
Para los despistados Jorge “El Hierro de Cenicero” y Jorge “El Jabalín Rosa”,
que se encargaron de horarios de salida y puesta a disposición de medios de transporte,
con ptf y pdts a full de energía.
A las 5:45 Belloso, recoge al segundo integrante del equipo Logroño,
Eduardo “Velociraptor” y con puntualidad asombrosa a Cañas a las 5:50.Cargamos
las bicicletas como el mejor record del equipo Mercedes de F1 y directos a la Ciudad de la estatua de la
libertad, donde nos esperan los integrantes del equipo Cenicero, Jorge con su
flamante fragoneta, toda blanquita ella, que va con Héctor, y llevan 3
bicicletas: esto si que es ser previsor.
El viaje os podéis imaginar, Eduardo venga contar chistes y ninguno verde y
eso que tenía sueño. De inmediato nos presentamos en el paso de Mordor y poco
después vemos el monte Gorbea, conocido por su gaseosaCruz de Gorbea, todo nevado.
La entrada a Bilbao es un no parar de coches con gente disfrazadas con
licras y goretex, y no van de concierto, y directos al parking. Eso es lo mejor
de todo, hay que bajar las bicis de los coches y para dentro, todo gratuito y
bien organizado, menos una barra que por poco me deja sin cráneo.
Como somos gente temerosa de Dios y del tiempo y posibles gastroenteritis,
no nos hemos atrevido a apuntar y dejamos al técnico Eduardo preparando las
máquinas y Jorge y yo vamos al centro comercial, “nosecomosellamaba” a realizar
la inscripción y recoger los regalos (fabulosos, fabulosos un cubre punteras de
silicona, y una luz de corto alcance) Por cierto, la luz funciona, solo hay que
quitar un papelito de las pilas que los chinos del Aliexpress lo ponen para que
no se te gasten las pilas so tarugooooo.
Nos cuesta como 30 minutos o más, hacer la inscripción y eso supone que
algún otro no aguantó más, deje un pino por la ría, (no como los previsores que
lo hemos mandado camino de Zaragoza) y se comenta que el siguiente que entró
tiene una brecha de 22 puntos en la frente del desplome por falta de oxigeno
que le produjo la atmósfera dejada.
Al lío, los tres de Cenicero (Jorge, Héctor y Alberto, de ahí las tres
bicis) ya están esperando en la salida de las 8.30 y los de Logroño, rápidos
como máquina bien engrasada, lo cual siempre y en todo lugar es altamente
importante y aconsejable, pasamos por línea de salida, justo cuando un
tranquilo voluntario está echando el cierre.
A partir de ahí comienza la ruta, 115 km de los que los 20 primeros son atasco
tras atasco por Bilbo y alrededores, y los siguientes entre 7.712
cicloturistas, de todo tipo, con flacas la mayoría pero también con btt con
ruedas de tacos o lisas, con minibicis, tandems, unos tumbados, otros de la Eroica, y un sinfín de
fauna, logos y marcas.
En el km 18,724 se le ocurre decirle Jorge a Eduardo: “tira un poco y vamos
adelantando”, bueno pues ahí se acabo la armonía del grupo y a Eduardo lo vimos
tras el avituallamiento del km 60. Hasta el avituallamiento nada reseñable, algún
trompazo salvado y ambulancia pasando con el consiguiente atasco pero todo
perfecto incluso el tiempo que iba mejorando.
El avituallamiento, para ser un sitio donde se come y bien, escasito
banana, barritas y coca cola, el agua ya no quedaba, y la estrella de lunch:
una magnifica magdalena que se te queda en el gaznate y tienes que tomarte una
coca cola de dos litros.
Ahí nos llamamos y quedamos en juntarnos en el final del puerto siguiente,
todos menos Jorge que fue tirando tirando el solo hasta arriba.
La última subida se hizo llevadera, salvo algún calambre de alto voltaje
del de siempre y ya solo quedaba bajar 25 km más o menos llanos hasta meta. En
ese trayecto íbamos los dos Jorges y Cañas y el de cenicero como el dice, a
“toda cibera” hasta pasar por un bache o sacabrón, que además de la sensación
de romper 36 radios provocó el reventón de Jorge, que desde inicio iba bajo de
presión en la trasera (más o menos como siempre)
Arreglo rápido con cartucho de CO2 que son un gran invento y ahí nos
pasaron unos 1300 compañeros de ruta, y tras la subida a una pequeña ermita (de
una tal Begoña), bajada y entrada a meta, donde nos espera Eduardo al que vimos
en la última subida y también oyó tira y claro….
En el parking vimos a Alberto y Hector por primera vez en toda la ruta, y
eso que prácticamente se estrenaban con la flaca y claro con el efecto placebo
fueron en cabeza tirando como posesos y hoy sin barro y dejando por detrás al
Hierro.
Bueno en resumen una buena experiencia, sin percances y en buena compañía
que repetiremos con posterior comida en esa ocasión. Como lo vendo para la
próxima eh¡¡¡¡¡
Muy buena Cañas, has sido muy valiente al dejarte fotografiar junto a un abuelo en bici de paseo. Se ve que pese a la flaca siges apostando por el espiritu globero del grupo "BTT".
ResponderEliminarEse tipo salio a las 7:45 o antes, sino de que!!!!
EliminarBuena crónica Cañas, pero eso si, hay que mejorar en la estrategia de carrera y de equipo. Fuimos como el ejercito de Pancho Villa
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