Minas de Jubera

Mucha guasa entre semana con las salidas tanto en bici como de tono de los componentes del grupo, unos con las bicis buenas, otros con esas que pesan poco, a diferentes horas...en fin, ¿En que  ha quedado aquella amistad que nos unió y que algunos han confundido con cariño.

Para evitar a los "cariñosos", Ismael (el cuñao del primo de la hermana del sobrino de la de la limpieza de la revista Todomountainbike , instala en el grupo un detector de desviados, que salta a la mínima, calibrado tan solo con un 3% de error.

Con la excusa de las lluvias previas, salta el detector con las bajas del día, y despues vuelve a saltar por elegir una ruta suave, pero también hay que mirar por los que como Ivan se incorporan después de una convalecencia.

Salimos hacia las Minas de Jubera: Ismael P, Ivan, Alvaro, uno que creo que se llamaba Sergio y que se unio y desunio durate la ruta y Raúl.

Vamos hacia Albetite para llegar a Murillo tranquilitos y de allí a Ventas Blancas por el camino que sale de la Ermita, antes de llegar al cruce de Ventas, el camino se embarra de mala manera y se empieza a pegar el barro a las ruedas hasta que las atasca, con cuidado salimos como podemos, limpiamos las ruedas y seguimos hacia Ventas con bastante tiempo pedido, en la Residencia de Ancianos, el Isma que anda vivo ve una manguera para regar jardines, se acerca y resulta que tiene un grifo y nos permite quitar el barro de la cadena y los cambios que iban tocados.

Ya mas tranquilos habiendo salvado la mecánica nos metemos de nuevo en caminos, que vuelven a embarrarse, pero esta vez solo de barro del que salpica, aquí el detector empieza a sonar y Sergio se va por la carretera, seguido por Ivan y depues Ismael, tan solo Alvaro y yo continuamos por el caminos hasta que nos deja en la carretera.

Un par de Km por carretera hasta llegar a Jubera y subir a ver las minas que estos no las conocían, fotos, turisteo, postureo y volvemos para Logroño, esta vez si por carretera hasta Murillo para evitar las trampas de barro. El detector no paro ya de pitar y se quemo cuando menos Ismael que se quedo a acompañar a Ivan que volvía justo, los demás emprendimos la huida con la excusa de las comidas familiares.

Espero que Ivan sepa perdonarnos y el año que viene vuelva subir a Clavijo en el almuerzo de navidad, cafe y pastas.