Esta semana se ha adelantado la salida al sábado
para evitar cruzarnos con los Reyes por algún camino perdido. No volvemos a
arrejuntar con miembros de Los Atajos y salimos una cuadrilla mas amplia de lo
normal. Pasamos lista: Eliseo, Cañas,
Ismael II, Jesús y yo, además de Ricardo, Alfredo y Vega de “Los Atajos”.
No hay nada previsto, creíamos que iba a llover
pero la mañana es soleada y con temperatura agradable a si que como primera
propuesta vamos hace la Calvijo Nalda para evitar el barro, en un cruce se
decide ir por la senda del la regadera hasta Nalda, por lo que es necesario
subir la cuesta de las vacas. Con el calentón y el solecillo que hay se anima
el personal a proponer una segunda moción para hacer las Neveras, se aprueba
mas o menos con unanimidad y nos dirigimos hacia Sorzano, pero es pasar el
guardaviñas cuando comienza a soplar un viento en contra muy fuerte y que
empieza a dejar algo de lluvia, el Moncalvillo se pone negro y cuando llegamos
al cruce de la carretera paramos a arreglar un pinchazo de Ismael II, mientras
unos colaboran, los demás vamos viendo como el viento de costado hace ir a los
carreteros medio de lado.
Poco tiempo después algo ocurre que los podencos
se ponen de muestra, han olido algo y se decide visto el temporal que hay de
bajar a Nalda por carretera (al menos vamos por una ruta nueva). Todos en fila
luchando contra el viento que nos inclina en un pintoresco ángulo de pedaleo
llegamos a Nalda, Otra parada para ver que hacemos.
Se propone subir a Clavijo desde Albelda por la
Raposa que parece que el temporal allí no ha llegado, cogemos la susodicha
cuestecita y la madre naturaleza pone a cada uno en su lugar, al menos el
fuerte viento es a favor y se nota y en vez de subir a 3 Km/h podemos subir a 4
Km/h.
Los de adelante se han quedado fríos esperando y
ya que estamos se propone hacer la Senda del Parkinson, unos decimos que si y
otros como no la conocen no dicen nada aunque
a lo largo de la senda se oirán algunas imprecaciones, blasfemias, reniegos y demás
adjetivos peyorativos. Aun así en los primeros metros dudamos pues el viento es
muy fuerte y te saca de la trazada, hay zonas de la senda que es mejor no
caerse, pero el aire pega hacia la derecha que al menos es donde no esta el
precipicio.
Poco a poco, reagrupando, disfrutando unos y jurando otros llegamos a Alberite donde empieza a llover, vamos por la senda del Iregua donde nos alcanzan Oscar y Luis hasta el parque del Ebro y comienza a caer el diluvio para poder llegar a casa bien mojaditos y ahórranos el euro del agua a presión.
No hay comentarios:
Publicar un comentario